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Nuestra historia

La telefonía celular comunitaria en Oaxaca

El proyecto de telefonía celular comunitaria encuentra su origen en el país africano de Nigeria cuando Peter Bloom, uno de sus fundadores, trabajaba con comunidades rurales e indígenas de ese país. En aquel entonces surgió la idea de utilizar los teléfonos celulares para grabar y documentar los abusos a los derechos humanos y ambientales que han marcado la vida de aquella zona, pero por cuestiones de seguridad y económicas no era viable usar las redes existentes, por lo que se se optó por experimentar con un software que permitiera la comunicación entre los teléfonos sin pasar por la red de ninguna compañía. Esta es la experiencia que dio origen a la idea de echar a andar un sistema de telefonía celular autogestivo en Oaxaca, México.

Oaxaca es un territorio fértil para hacer florecer proyectos sociales por su riqueza organizativa, y debido a que muchos pueblos cuentan con su propia infraestructura de comunicación -normalmente de radio en FM- comenzamos a trabajar en la creación de un sistema de telefonía celular con software libre con ayuda de una comunidad de hackers. Hacia finales de 2011 hubo un encuentro de comunicadores indígenas en Villa Talea de Castro y ahí conocimos a Erick Huerta, el abogado que le ha dado cuerpo a nuestra estrategia jurídica, con quien consultamos la viabilidad legal de nuestra idea, de forma que en paralelo a la creación del software mencionado se empezó a trabajar en su aspecto legal.

A mediados de 2012, nuestro abogado, Erick, había logrado convencer al gobierno federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), de que los pueblos sí tenían el derecho de construir y tener sus propias redes de telefonía.

A sabiendas de esto recurrimos a los comunicadores indígenas que habíamos conocido en Talea de Castro para convocar a una reunión con las autoridades comunitarias de la zona del Rincón. A ésta asistieron más de 30 autoridades de distintas comunidades y como resolutivo, escribieron una carta dirigida a la SCT informando que se levantarían redes de telefonía celular en sus comunidades.

Las primeras pruebas las hicimos con un equipo donado por la artista Minerva Cuevas, el cual seguimos utilizando para hacer mejoras al sistema, pero la primera red se levantó con un equipo donado por Range Networks y recurrimos al conocimiento de Kino, Ciaby y Tele, quienes con su experiencia crearon a RAI y RCCN, los programas que permiten que funcionen las redes comunitarias y sean gestionadas desde las comunidades.

Así fue que en marzo de 2013, con una versión muy temprana del software y gracias al apoyo de la gente y autoridades de Villa Talea de Castro, en especial Keyla e Israel, se echó a andar la primera red de telefonía celular comunitaria en la Sierra Norte de Oaxaca. Gracias al buen funcionamiento de la red, a que entre comunidades vecinas se corrió la voz de nuestra experiencia y a que la prensa difundió nuestro quehacer, la red comenzó a crecer a otras comunidades como Yaviche, que arrancó en septiembre de 2013.

Después de varios meses de uso de una parte del espectro que nunca se había licitado o entregado a las grandes compañías, pero que estábamos ocupando tras haber notificado a la SCT, argumentamos al gobierno federal que el hecho de que usáramos estas frecuencias no interfería con el funcionamiento de las grandes compañías pues se trataba de otras frecuencias, de modo que el gobierno tuvo que reconocer que estabamos proporcionando el servicio a zonas desatendidas y que no tenía sentido detener algo que estaba beneficiando a las personas y las comunidades. Así fue que en mayo de 2014 obtuvimos una concesión experimental de dos años para utilizar las frecuencias y crecer.

Actualmente estamos constituidos como una asociación civil, Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias, tenemos un equipo de personas que trabaja apoyando a las redes y a las comunidades, una oficina en Oaxaca, una asamblea conformada por las comunidades en donde operan sus propias redes y la primera concesión social indígena permanente para usar estas frecuencias, logrado en 2016. Es por ello que nuestra misión como TIC AC es velar por la red de redes que se ha construido con y en las comunidades, mientras el objetivo de nuestra organización hermana e impulsora de este proyecto, Rhizomática, es compartir nuestra experiencia y conocimiento con organizaciones y colectivos a nivel internacional, en lugares como Nicaragua, Colombia, Brasil y hasta Somalia.